martes, 11 de diciembre de 2018

Una Navidad Espírita

Sin duda, el periodo navideño y de Año Nuevo es uno de los momentos en que la renovación de energías amorosas quedan inmersas consciente e/o inconscientemente en nosotros. Estás conmemoraciones en las cuales, como espíritus inmo
rtales, regresamos a los brazos acogedores del amor en familia, así como de la ternura que nos hace recordar la simbología del nacimiento de aquel maestro nazareno que venía a cumplir su promesa compasiva de venir con nosotros a sufrir el calvario de las pruebas y expiaciones que este bello planeta nos ofrece como medio de renovación y perfección de nuestros espíritus. 

Sin embargo, el hombre contemporáneo ha tergiversado la esencia que esta época nos ofrece y, cómo el filósofo Epicuro en su doctrina Hedonista, ha decidido tener una filosofía consumista que nos lleva a la compra excesiva de objetos materiales como medio de sustitución del amor fraterno y sincero. Así mismo, nos lleva a la ingesta excesiva de alimentos y bebidas alcohólicas, teniendo como consecuencia que la convivencia con nuestros familiares y amigos deriven en resacas morales y vacíos existenciales.

La doctrina Espirita hace hincapié en el sentido trascendental que estas fechas nos proporcionan, llevándonos a la meditación y discernimiento de los pensamientos, palabras y acciones practicadas en el año que está por irse, así como en la renovación y sustitución de nuestros comportamientos enfermizos para el nuevo año que se presenta. 

El nacimiento de Jesús nos lleva a la profunda reflexión que nuestro hermano Francisco Candido Xavier decía: "apesar de que nadie puede regresar atrás y hacer un hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar ahora y hacer un nuevo fin". Con esta humilde reflexión, y en compañía de nuestros seres queridos, adquiramos consciencia del significado trascendental que la navidad y Año Nuevo tiene para nuestro espíritu y no nos inclinemos solamente a celebraciones transitorias establecidas por nuestra sociedad moderna, porque lo único que el maestro galileo quería era “que nos amásemos unos a los otros”.

¡Feliz Navidad y Año Nuevo!

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